Eduardo Pérez Baamonde: artículo de La Voz de Galicia, 30/08/2015

Abrir las páginas de un cuaderno y encontrarse con una luz de matices «rosáceos y dourados» que al artista le parecen «especialmente» sugestivos. Eso es posible con la obra recién publicada por el Instituto de Estudos Chairegos (IESCHA), que acaba de editar un volumen ilustrado por el vilalbés Eduardo Baamonde.

El trabajo refleja un trabajo que Baamonde llevó a cabo mientras también realizaba otros en diversos lugares —A Mariña o el trazado gallego del Camino Norte y del Primitivo, por ejemplo- y en el que el juego de la luz tuvo un contrapunto que considera menos grato: al lado de un «recanto pintoresco» aparecen entornos poco apreciables «a nivel pictórico». La luz, eso si, le ha ofrecido posibilidades como la que se contempla antes de la puesta de sol —«É a que preferimos os pintores», afirma— y por la mañana —con «luces fortes» en los que se subrayan los volúmenes de los edificios-.

Por otro lado, Baamonde, vilalbés que reside en las Rías Baixas pero que conserva el contacto con su lugar de origen, admite que incluso en los lugares que uno cree conocer puede aparecer un efecto de luz, «ás veces fortuito», de consecuencias algo inesperadas: la mirada, dice el pintor, acabará dirigiéndose a un «recuncho» que antes pasaba inadvertido a la mirada.