La pintura de Oscar Carballo: Comentarios críticos
Oscar Carballo
Nacido en Argentina, pero de clara ascendencia gallega, como bien reza su apellido, Óscar Carballo (Buenos Aires 1955), es, además de arquitecto y escenógrafo, un excelente pintor, como demuestra su actual exposición en la galería Coarte, en la que, bajo el sugerente título de Déjà vu, deja testimonio de saber modular, de un modo a la vez abierto y perfectamente armonizado, tanto el color como los planos y las formas de la composición. Sin duda sus estudios de arquitectura y la libertad heredada de los movimientos de vanguardia, en especial el cubismo y la abstracción lírica de un Kandinsky o de un Klee le han proporcionado a la vez el necesario rigor y la capacidad de aventura; por eso en su pintura, aún partiendo de las incitaciones de la realidad, prima ante todo la sugerencia y la capacidad imaginativa, de modo que lo que transmite son emociones, vivencias y sugestiones líricas de la luz.
Juega con espacios superpuestos, con cromatismos armónicos o contrastados y siempre con un halo poético, con una reverberación de horizontes íntimos, de luces misteriosas, de oscilantes vibraciones, de mares y cielos insondables. A este respecto, el cuadro El faro nos parece ilustrativo, por cuanto si bien la ahilada verticalidad del prisma que se supone debe ser el faro y los dos haces de luz que salen de su punta recuerdan a estas torres vigías, todo el conjunto va mucho más allá y hay una infinidad de matices y entreverados espacios que dejan ver que esto es pintura y que el que la hace está en plena posesión del color y además siente como un músico o un poeta; así una infinidad de evocaciones se abren tras estas ricas texturas y este oficio sin trampas.
Estamos afortunadamente, en este tiempo de filosofías que suplen muchas veces a la plástica, ante un auténtico pintor, pero también ante alguien con una sensibilidad afinada, con una imaginación fértil y un dominio nada corriente de los medios plásticos. Y si bien este Deja vu de su título parece apuntar humildemente a toda esa tradición de las vanguardias donde todo parece estar ya dicho, él demuestra, paradójicamente, que aunque todo esté visto, todo es nuevo y fresco y recién nacido cuando detrás está un verdadero artista. Pensamos que Óscar Carballo, cuya trayectoria entre nosotros es breve, debe merecer, en adelante, la atención de nuestros medios culturales.
Ánxeles Penas
Las imágenes cubofuturistas de la pintura-fusión de Oscar Carballo Corcino
Sus perfectas composiciones arquitectónicas, repletas de texturación y saturados cromatismos deslumbrantes, nos aproximan sin poder remediarlo a los grandes "ismos" que configuraron la pintura del pasado siglo XX y que constituyen el llamado arte contemporáneo actual.
La fusión del "sintetísmo-analítico", y la visión transgresora y constructivista del inconsciente, anegan su pintura con bifurcaciones repletas de paralelismos.
Sus colores,... impávidos cianes y sólidos magentas a semejanza "del muchacho del chaleco rojo" de Paul Cézanne...
Alberto Sánchez Nadroj