Emilio Celeiro, textos críticos en los catálogos de sus exposiciones
La noche de luces y arboles penetraba el estudio.
Se leía a Sakeaspeare; se recitaba a Omar-Kayan; se discutía a Faulker y a Marlow. La tarea del día estaba hecha. Los retratos y los bodegones cobraban alma en el azul circundante.
Emilio Fernández (Celeiro contemplaba la obra reciente. fresca, de trazo vigoroso, social, plasmando el alma valientemente en toda su consecuencia.
Su juventud no admitía elogios. El camino se iniciaba él había trazado conscientemente el tiempo de trabajo y estudio.
Se le admiraba y no obstante Emilio recoge un día sus bártulos y se nos va a Venezuela.
Cara a todos los elementos que sobre o bajo de él lo distancian de Galicia, sufre y este sufrimiento transforma su ser. Ya esta en el combate.
Celeiro dibuja en lienzos de nubes o en puntillas de mar todo cuanto lo rodea. Venezuela, dolorosa como una tierra naciente, le reconoce. (
leer el texto completo)
Alfonso Gallego Vila
CELEIRO, un apellido gallego cien por ciento.
En nuestra lengua CELEIRO se llama al granero grande donde se recogen los cereales de la cosecha. Este Celeiro humano es, también, un enorme granero que guarda en su ser el preciado don del Arte de Apeles.
A CELEIRO lo conocí plenamente en su estudio, rodeado de cuadros, rodeado de una obra de años en la que, visiblemente, quedan marcadas las huellas de su firme andadura por los terrenos, -una vez sólidos y otras ensoñadores-, de la pintura.
Espíritu creador deposita en el lienzo, en el cartón, en la madera. en la cera, en el papel, el germen que. mas tarde, cobra vida y. en explosión de color, vibra y hace vibrar. Así es CELEIRO, un granero en el que se guardan los gérmenes vivificadores y vivificantes que después se plasman en su obra. Una obra sin linea definida. CELEIRO es, sobre todas las cosas, creador. Hoy nos sorprende con «Flores y otras hierbas». Delicadeza y mundo de ensoñaciones. Realidad e imaginación.
Un mundo de trasmundo rige su ser o no ser. Juega, con habilidad, y se recrea en una obra que es, sin paliativos, su cosmos. Nos trae CELEIRO un conjunto de FLORES y con el las OTRAS HIERBAS...¿ Humanizadas ?, ¿Soñadas?, ¡Quien sabe!. Pero, ahí están formando parte y todo de una obra que, estamos seguros, no va a quedar en esto. CELEIRO es un eterno viajero por rutas de permanente creación. Su campo de expansión no es un terreno cercado, Su campo se pierde en ignorados horizontes para trazar un camino hacia la sorpresa. Esta es la gran pirueta. doble Salto mortal, de un paisano que no acepta, bajo ningún Concepto, reglas de juego preestablecidas. A CELEIRO hay que tomarlo como es: distinto y, a la vez, colosal.
En su pintura esta su verdadero YO. En su pintura, en su arte, hay que buscar al creador. Profundizar en el. Puede tomarse o dejarse. Pero el, CELEIRO, permanece en su obra, porque el ha puesto el germen y, por tanto, el es un auténtico creador.
F.J.Pérez Gil - Caracas, Nadal 75
A Celeiro se me ocurre llamarlo el pintor de las manos. En casi todas las piezas de su ya extensa obra, están presentes las manos, esas manos tan difíciles de trabajar en pintura y a las que él logra darles el contorno y la expresividad necesaria para tornarlas arte y lenguaje a la vez. SI en el entierro del Conde de Orgaz, de El Greco. la mano del noble acapara la mirada hacia un punto reducido en un lienzo de amplias proporciones, así las manos en la obra de Celeiro imantan las pupilas del observador y la retienen hacia la visión de conjunto.
J. Antonio Iglesias (Inter-Continental Magazine 5-1977 Caracas)
Celeiro es un artista de múltiples ideas y constantemente utiliza la pintura como modo de proyectar sus inquietudes.
Repetimos que del surrealismo de Celeiro puede afirmarse que no es buscado; él comienza siempre con algo concreto y es el trabajo y la inspiración quienes le llevan por otras veredas para combinar los elementos imprescindibles que hacen el cuadro sugerente por su contenido, y en el que se confirma la base a causa del dibujo que sustenta todas sus formas artísticas.
L. Castañón (El Comercio, Gljón 24-8-76)
El pintor coruñés inmerso en Sudamérica se nos antoja un artista surrealista con gozos y complacencias realistas y vibrantes por el color, bien cimentado en la pintura por la gracia de la riqueza técnica y dominio absoluto del dibujo, cualidad que muchos pintores de hoy apremiados por el éxito suelen olvidar motivando naufragios que pudieran ser evitados. En esa reiteración por el movimiento de las manos, por el gesto «hablante» de los dedos, en esa colección magnífica de dibujos con color, manos repetidas en sus obras de manera casi obsesiva, nos dice Celeiro de sus altos conocimientos y secretos descifrados de la pintura.
Pepe Galiana (La Voz de Avilés 4-9-76)
Lo que más nos gusta, con un gusto sensible a intelectual a la vez. en esta obra expuesta por Celeiro, es su dibujo. Limpieza y nitidez de línea, tanto a la pluma como al lápiz o incluso cuando el dibujo acuarelado parece difuminar un poco sus líneas definitorias; pulcritud total en el juego de luz y de sombra y realce de la figura gracias a un exacto tratamiento del modelado; todo esto, junto con un trazo vigoroso, sin vacilaciones, constituye la riqueza íntima de esos dibujos.
F. J. Alcántara (El Ideal Gallego 6-6-1969)
Es cultivador de diferentes técnicas. Pintura, dibujo, escultura. Un artista de amplia proyección que acierta en recrear unas formas entroncadas con la realidad circundante, transfigurándolas, relacionándolas con estados espirituales del ser, según sea la técnica empleada.
Expresividad ensoñada en las pinturas, expresionismo y gravedad volumétrica, en las esculturas, sensibilidad poética en sus dibujos.
Lina Font
La energía creativa
La obra de Celeiro surge de esta conjunción de energías tan naturalmente como las mareas nacen de la alineación del Sol y la Luna sobre la Tierra. De ella fluyen la cálida ternura de una maternidad o la hermosa riqueza cromática de unos peces nadando serenamente en su tríptico-pecera.
Se crean inauditas y paradójicas especies animales que parecen descritas en un nuevo Génesis, como esa "Gaviota" casi imposible por la paradójica ligereza con que vuela en su esencia pétrea.
Más allá, la ingenua ferocidad de otros peces-máquinas de guerra deja paso a la inquietud producida por la "invasión" de un pez volador un grito de protesta contra la violencia, contra la guerra (todas en general y esa en particular, sí).
Y lo que se constituye en eje de la muestra: el salto dimensional. Otros peces con apariencia de "skin-heads", que atraviesan descaradamente los sencillos edificios de la tranquila población de un grabado, para saltar a la dureza de la escultura en la que se representa la cabeza de uno de ellos llena de fuerza. La misma fuerza de un "Manantial" de formas tan ondulantes como el agua que fluye de sus entrañas,pero lleno de la potencia con que toda esta muestra surge de las profundidades de la mente de su Creador, de su feracidad creativa.
Aun lejos de toda adscripción a escuelas, en la obra de Celeiro se percibe una suerte de expresionismo, más absorto que abstracto en el que la esencia se enriquece con el detalle de su materia viva y palpitante. Es curioso, pero muy significativo, que mientras escribía estas pequeñas notas, sólo haya podido escuchar una música, sólo una, entre mis preferidas. Y es que la obra de Celeiro tiene más de un vínculo con la perfección constructiva, pero también con la riqueza de detalles y sentimientos, y la energía de las suites para violonchelo solo de J. S. Bach.
Julián Carrillo
Vemos a Celeiro como se apasiona ante la forma, forma que talla con su rica paleta ese mundo onírico y mágico que le confiere a sus obras, tanto pintura, escultura O grabado el sello del gran Oficio que posee. Sus obras tienen el equilibrio rítmico perfecto, el elemento clave con los subordinados los vincula con toda perfección, pero no se queda ahí, transita por el camino de la búsqueda de su identidad.
Hay en las obras de Celeiro un valor mágico que aprisiona la atención, la absorbe, la enajena y hay una Cierta embriaguez en la contemplación de las formas así reiteradas.
Observamos aquí algún menor interés por los broncos expresionismos que buscan en las atroces llagas sociales, o en criaturas un efecto sensorial y metafísico.
Que riqueza de soluciones pictóricas nuevas siempre, de una poderosa potencia imaginativa. con una fuerte personalidad revelada en cada cuadro, todos los aquí expuestos magistrales, sus pequeños paisajes se hacen grandes, majestuosos, por su bien lograda estructuración, planos llenos de poesía por sus pinceladas cortas, vibrantes de pasta de rico color.
El Arte en nuestra época es la consecuencia de un subjetivismo que encierra a cada hombre en su alma, y el artista tiene que brotar con su entera personalidad cerrada, integral, desalojado de toda SERVIDUMBRE . trazándose no Solo la meta, Sino el camino que a ella debe conducirle.
Desde el Romanticismo desaparecen los talleres y el artista queda solo frente a su alma, su angustia. Hoy cada pintor. como un alquimista medieval. tiene que hacer sus experiencias, sus ensayos, su singular manejo de los ingredientes estéticos.
También la soledad y la incomprensión en que se mueven tantos artistas de nuestro tiempo. Cuando Se encuentran frente al universo, que tiene que conquistar con solo la fuerza de su personalidad. ¡Penosa y a la vez heroica tarea!.
J. Díaz Ceballos
"En sus pintoesculturas están presentes sobre todo los valores textuales,matéricos, cromáticos,así como la valoración delas formas y de los espacios,de la luz y de la sombra.
En sus dibujos prima la valoración de la línea y el punteado y el trazo limpio de gran pureza. Y, en general, en toda su obra, una fuerte expresividad, una visión de la realidad natural que se aúna con la naturaleza de lo posible; ese lado onírico de las aguas profundas del subconciente, para generar un sueño de criaturas en gestación a algo ignoto y, más allá, el Símbolo y la evocación de la materia que sufre y que busca ser redimida."
Anxeles Penas
Todo en Celeiro es complejo y huye de la evidencia, presentando ante el espectador un conjunto de sentimientos que oscilan entre la inquietud y el enigma, pero vayamos por partes. La obra expuesta parte del mar y en sus elementos se recrea. Hasta aquí nada es extraño, si tenemos en cuenta la particular vinculación de Galicia con el mismo. Pero todo comienza cuando observamos que en sus peces la idea de los mismos se percibe en el conjunto, pero es precisamente cuando descendemos al detalle, cuando encotramos la fusión de elementos mecánicos con estos animales. Casi metáforas del hombre actual, estos seres turbadores refieren el descontento del autor con la constante confrontación, con la dialéctica histórica que parece no detenerse y conforman el reflejo en el realismo casi mágico de esta obra."
Fernando Rincón - El Punto de las Artes
"Ante a obra de Emilio ninguén queda impasible. É incuestionable a calidade estética das pezas e tamén o é que cada un escollerá un dos procedementos en que as desenvolve: hai a quen lle gustará máis as súas esculturas e relevos, quen preferirá as súas pinturas -ou as súas pintoesculturas- e quen ponderará especialmente a súa obra gráfica. Pero ainda con esa diversidade técnica, a obra presenta unha unidade de linguaxe, un transfondo iconográfico común, complexo e profundo do que poucos autores poden presumir".
Mª Xosé Bravo
Visiones chamänicas
Decíamos en otra ocasión que Emilio Celeiro tiene una especial predilección por ahondar en el análisis de objetos reales a los que, luego de descubrir sus ocultas raíces, convierte en símbolos. En la presente exposición, hay dos figuras omnipresentes, totemicas, un paisaje bipolar, un Jano bifronte: el Pez y el Círculo.
Carlos Pereira Martínez, historiador, escritor y artista plástico. (
Leer texto completo)